lunes, 8 de noviembre de 2010

EL ORDEN DE LOS APELLIDOS

La igualdad de género, lleva a dar la misma oportunidad a padre y madre al tiempo de registrar el nacido en el orden en que se han de escribir los apellidos. Hasta ahora, lo padres deberían decidir de mutuo acuerdo, aunque de no llegarse a él, prevalecía el del padre. Lo que la nueva ley presentada en el Congreso prevé es que no prevalezca el apellido del padre sino que, siempre en caso de desacuerdo, se establezca el orden alfabético. De forma que el orden alfabético, orden del diccionario, y orden establecido para la búsqueda de palabras, conceptos e ideas, se establece como solución a la ausencia del acuerdo. Pero no es un orden lo que se impone, sino un método de resolución de diferencias. Así que aclarada la cuestión como método y no orden establecido, (que el perjudicado podría ir contra ese mismo orden), se ciñe la cuestión a si la igualdad de género debe o no extenderse al método de resolución de conflictos. En otros téminos, que si la no discriminación por sexo abarca los métodos, la metodología en su conjunto.
La reivindicación antidiscriminatoria del sexo, principio universal y categórico ha llevado a defensores sin ese principio fundamental, a tomar el rábano por las hojas y en virtud de esa confusión cortar hojas por el simple hecho de su apariencia masculina. Es decir conventir el principio categórico y universal de la igualdad de género en un asunto accidental (apariencia) lo contrario a la universalidad de la categoría, como ahora se pretende para la resolución del conflicto con el método alfabético.
Una salida a la cuestión, admitiendo el método alfabético sería la de extenderlo como establecido y sin carga de discriminación alguna, como el orden alfabético establece primero rama en lugar de ramo, cabeza en lugar de cabezo cabezón, compañera en vez de compañero, con lo que la revolución antidiscriminatoria cesaría ya en virtud de la aceptación de esa neutralidad convenida.


El dia 5 de Mayo de 2011 se publica la noticia que en este asunto, el PSOE ha renunciado a que sea el orden alfabético el que resuelva la discordancia de los progenitores dejándo en mano del oficial del registro, la responsabilidad si no llegan al acuerdo los interesados en tres dias. Eso si, el funcionario resolverá conforme a los intereses del nacido (sic) Líbreme dios del criterio del funcionario, que podría poner sus propios apellidos, por ser por ejemplo apellidos de mucho crédito.

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